martes, 19 de mayo de 2009

Chicago


CHICAGO

CH 11/5
MILLENIUM PARK
Cloud Gate (frijol de plata)
Jay Pritzker Pavilion
The Crown Fontain
SEARS TOWER
MAGNIFICENT MILE (Av. Michigan)
JHON HANCOCK CENTER

CH 12/5
IIT (Illinois Institute of Technology)
MC CORMICK TRIBUNE CAMPUS (Rem Koolhaas)
STATE STREET VILLAGE
WHITE SOX STADIUM
ROBBIE HOUSE ( Frank L. Wright)
CHICAGO UNIVERSITY
CHICAGO BOOTH (Business University – Rafael Vinoly)
COSTANERA SUR LAGO MICHIGAN
FUENTE (no nos acordamos del nombre)
THEATRE BOULEVARD

CH 13/5
OAK PARK (Barrio donde vivió F.L.Wright)
F.L.Wright`s Home and Studio
WHISTLER (boliche de jazz, música en vivo)
GREEN MILL (Boliche de Al Capone, música en vivo)

CH 14/5
FARNSWORTH HOUSE (Mies Van Der Rohe)
NAVY PIER
COSTANERA NORTE LAGO MICHIGAN

Luego de pasada la noche en un motel de la cadena Super Ocho en las afueras de Chicago, emprendimos viaje hacia la ciudad con la ansiedad característica de saber con qué nos íbamos a encontrar en nuestra próxima metrópolis a conocer.
Por suerte, como no podía ser de otra manera, Chicago no nos defraudo. No solo colmo todas nuestras expectativas, que eran grandes, sino que fue capaz de sorprendernos con mucho mas.
Conocida vulgarmente como: “La ciudad de los vientos”, nombre que le calza justo, es la tercera ciudad en número de habitantes de Estados Unidos. Una escala intermedia entre lo que fue la intensidad de Nueva York y la tranquilidad de Boston.
Luego del incendio de 1871, el cual destruyo casi toda la zona céntrica de la ciudad, los chicaguenses se propusieron hacer “la mejor ciudad del mundo” una mezcla entre Nueva York y Paris, y la verdad es que le salió bastante bien. Arquitectos de fama internacional llegaron a la ciudad para su reconstrucción, se creo así La Escuela de Chicago. En pocos años, Chicago resurgió más grande que antes. El nacimiento del centro de negocios, actual Loop, motivo el alza de precios de los solares edificables. Esto, sumado a las conquistas técnicas de La Escuela de Chicago, determinó el surgimiento de los primeros rascacielos en el mundo.
Chicago es la ciudad del “EL”; así se le dice al tren el cual se desplaza por la metrópolis elevado (motivo de su apodo) por encima de las calles. A diferencia del metro, este excelente sistema de transporte le permite a uno ir viendo la ciudad mientras viaja. El aspecto negativo de esto, es que la estructura necesaria para hacer posible que el tren vaya elevado le quita luz natural a las calles y corta las visuales. De esta manera el peatón que circula debajo se siente oprimido por una enorme masa de hierro.
Otra característica del “EL”, es que todas sus líneas convergen en el downtown formando el famoso “Loop” que le da el nombre a la zona. El Loop es un circuito, en el que las líneas giran una vuelta entera para luego salir hacían su destino.
Al caminar por las calles de Chicago uno respira música… muchas veces, música de la época en las que Amstrong hacia de las suyas. Jazz, Blues, Soul, suenan en muchos bolichitos “under” muy pintorescos que de afuera no te dicen nada, pero que cuando entras, te maravillan. Es como volver al pasado, un mundo sur real, con gente lookeada de la época, con locales ambientados de la época, y con mucha, mucha música en vivo. Uno de estos boliches es el Green Mill, turístico por demás, cuando uno entra tiene la sensación de que en cualquier momento se va a encontrar con Al Capone. Según un borracho que se encontraba ahí, nosotros justo estábamos sentados en el mismo lugar en el que el capo de la mafia solía sentarse, un lugar desde el cual visualizaba todas las entradas al boliche, y además estaba cerca del túnel de escapatoria. Nuestra llegada a este boliche fue bastante pintoresca: luego de haber pasado por otro boliche, que estaba muy bueno pero del que decidimos irnos, ya que esa era la única noche que nos quedaba para conocer el famoso Green Mill. Estaba lloviendo a mares y en el barrio en el que estábamos, de película este, lleno de galpones y callejones no pasaba ni un alma. Éramos ocho en la parada de un ómnibus que a esa hora ya no pasaba. Cagandonos de frio esperando no se a que o a quien. La idea de ir al Green Mill se desvanecía cada vez mas. Hasta que de repente un taxi como caído del cielo nos frena en la parada. Mandamos a hablar a Gabi una de las que anda mejor para el ingles y aparte es mujer. Su misión no era simple pero lo logro metió a ocho monos en un taxi en Nueva York, una locura! Vaya uno a saber que le ofreció al tachero.
Continuando con mis apreciaciones sobre Chicago; esta es una ciudad que por momentos se muestra al público como una ciudad perfecta. Con sus hermosos parques costeros, con sus largas y concurridas ciclo vías, con sus enormes y ordenados rascacielos; responsables todos estos de una hermosa escenografía, que deja al turista atónito y con ganas de seguir viendo mas.
Capítulo aparte para el lago Michigan, un lago espectacular con agua color turquesa intenso, helada de deshielo, pero que en verano armándose un poco de valor, uno se puede bañar.
El Michigan le brinda a la ciudad cerca de 40 km de costa con una costanera espectacular para que los chicaguenses le puedan sacar el jugo como espacio público.
Pero en Chicago no todo es color de rosas: al caminar por sus calles nos chocamos con una realidad que hasta el momento la veníamos viviendo pero nunca con la magnitud que la vivimos en esta ciudad; Chicago tiene un gran número de homeless pidiendo en sus calles. En la zona del downtown prácticamente hay uno o dos por cuadra! En este momento no estoy capacitado para analizar la situación (quedara para el post-viaje), pero indudablemente que en algo debe estar influyendo el momento económico que Estados Unidos está pasando, o los de mentes que dejaron las guerras, o la cantidad de inmigrantes con poca capacitación que llegan al pais.
Un día antes de irnos de Chicago visitamos OAK Park, un barrio residencial en las afueras de Chicago donde vivió Frank Lloyd Wright (visitamos su casa y estudio). OAK Park es un lugar de película con sus casas antiguas sumergidas en el verde arbolado de las calles. Un barrio totalmente parquizado donde se respira paz y tranquilidad; muy al estilo de Carrasco pero con una arquitectura residencial distinta, con muchas construcciones en madera.
En cuanto a la casa Farnworth espectacular!!! La obra de Mies una joyita. Diseñada por 1945 esta casa resume toda la teoría arquitectónica de su diseñador. Diseñada para Edith Farnworth, una nefróloga soltera, esta casa le trajo muchos dolores de cabeza a Mies. A medida que el proyecto progresaba, ella se dio cuenta de que Mies la consideraba mas como un patrocinador que como un cliente, un medio para materializar su visión basada en el minimalismo. Esta historia termino en juicio debido a que la doctora se rehusaba a pagarle los honorarios al arquitecto por su disconformidad con el diseño. Este juicio fue ganado por Mies; la doctora uso unos anos su casa de descanso y la vendió.
Un defecto importante que nuestro amigo Mies no tuvo en cuenta es que cada tanto en invierno la casa se inunda. Si bien el tuvo la prevención de levantarla del piso, no lo hizo lo suficiente.
Bueno, los dejo y pronto les estare escribiendo de nuestras aventuras por la costa oeste.

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